Sunday, July 29, 2007

 

Lujo y amor de cartón piedra

He visitado Las Vegas por obra y gracia de mi hermana y mi cuñado que viven en USA. Gracias chicos. Es una experiencia que hay que tener al menos una vez en la vida.

En ocasiones, cuando llegas a un lugar del que has oído mucho, has leído mucho, has visto en televisión y en películas te desilusionas porque las cosas no son como las imaginas pero Las Vegas es exactamente como crees que será, en dimensiones gigantescas además. Como mi hermana define muy bien, es un parque de atracciones para adultos en medio del desierto. Y así todo está diseñado para jugar, gastar y consumir. El mensaje es: Vive montones de experiencias: juega, compra, come, bebe, haz el amor, cásate, asiste a espectáculos, experimenta... Haz, en definitiva, el mayor número de cosas que te produzcan placer en el mínimo tiempo posible ¿No es la ciudad del pecado a fín de cuentas? Actúa en consecuencia.

El que no haya estado pensará que estoy exagerando y que no he visto mucho mundo. Tal vez, yo, desde luego, no podía dejar de observar todo lo que ocurría a mi alrededor. ¡Si nada más entrar al aeropuerto las salas de espera estaban llenas de máquinas tragaperras y esperando las maletas unas enormes pantallas proyectaban imágenes de los espectáculos que se podían disfrutar en la ciudad!
El viaje en taxi por el Strip no fue menos sorprendente. No era sólo cuestión de pasar delante de los hoteles que largamente se han visto en películas y en series de televisión, es el tamaño descomunal que tienen y las infraestructuras en sus alrededores.


Nuestro hotel mismo: El mítico Caesar´s Palace, decorado con aire romano (la idea que tiene esta gente de lujo romano) grandioso no solo en sus dimensiones y decoración sino en sus zonas comerciales, restaurantes, discoteca, casino donde hasta te puedes encontrar Pussycat Dolls ayudándote a gastarte los cuartos en la ruleta y conocidas producciones musicales, no en vano Celine Dion y Elton John realizan sus espectáculos allí. Y este hotel no es de los más grandes.

Los hoteles en el Strip compiten en opulencia, grandiosidad y decorados. Contempla las hermosas y enormes flores de cristal de Murano en el techo del Bellagio o su conocido espectáculo nocturno con sus fuentes. Paséate por un Paris ficticio pero no menos tentador ¿prefieres ver los bellos cielos azules primorosamente pintados en un decorado pseudo-italiano mientras te tomas un capuccino escuchando piezas músicales por cantantes vestidos de época? Todo está dispuesto para desafiar tu imaginación. Y más vale que visites esos magnificos templos de gasto porque por la calle hace más de cuarenta grados de un calor seco que parece que te persigan con un poderoso secador de pelo que te enfoque todo el cuerpo. En la vida he pasado más calor.

No hace falta que salgas siquiera de tu cuarto para asombrate: baño de hidromasaje, camas king size, ducha que refleja tu imagen en el espejo del baño.
Aunque quizás lo más sorprendente para mí fue que además de la nevera de rigor con diferentes licores y bebidas, se te ofrecían para tu disfrute personal y el esquilmado de tu cartera la posiblidad de comprar productos no tan convencionales a elevados precios en tu propio cuarto tales como: pelotas de golf con el logotipo del hotel, camara de fotos desechable, caja de bombones belgas en forma de columna romana y una caja que contenía, a saber: Un carton de lotería en la que rascar corazoncitos para amantes que presumiblemente contendría ¿posturas sexuales o sugerencias picaronas?, lubricante con sabor a tarta de queso con fresas, condones con sabor a chocolate y una botellita con chocolate belga líquido y un pincel para pintar el cuerpo del amante a placer.
A-L-U-C-I-N-A-N-T-E.

Pero no todo es fastuosidad. La sensación de estar en un inmenso decorado no desaparece en ningún momento. Se intercalan imágenes de gente impecablemente vestida gastándose el dinero con la misma fruición que abuelas agarradas al mando de una máquina tragaperras. Jóvenes y atractivas camareras con falditas imposibles a las horas de más confluencia, reemplazadas por mujeres más metidas en años y en carnes que sobresalen de esos ridículos disfraces a horas más intempestivas. Y parejas de recién casados por todas partes que exhiben su amor por toda la ciudad casándose en lugares de lo más curiosos (incluso se oficiaba una boda al pie de la piscina cuando llegamos mientras clientes del hotel se bañaban en ella). Novios de grandes sonrisas, sin pudor de exhibirse ante el gran público que les observa a los que no se puede evitar mirar con un poco de lástima. Parecen representar la fugacidad y la mentira que es también esta ciudad, llena de apariencias, disfraces, ficcciones, historias de sueños rotos y bolsillos vacíos.

Yo tuve suerte, gané 200 dolares (lo del Beginner´s luck debe ser cierto) y disfruté de la impagable compañía de mis padres, hermana y cuñado.


Besos satisfactorios libres de artificio y condiciones.

Friday, July 13, 2007

 

¿Tendría Marie Curie celulitis?

Son buenas las vacaciones. Yo las estoy disfrutando como una reina.
Fue dura la pugna por el poder de la clase a lo largo del año escolar. El profesor contra la clase explicando su materia bajo todo tipo de condiciones adversas. Con la llegada de los calores esta tarea se podría comparar a una de las de Hércules. Añadamos a esto que los antiguos exámenes de septiembre pasaron a ser de junio para los alumnos de ESO de tal modo que los alumnos aprobados sólo vienen a clase para ser el castigo a nuestros pecados y los suspendidos, más conscientes que sus padres, saben que en dos semanas no van a poder aprender una materia que no han entendido en todo el curso y si no dirigen sus pasos a la piscina con complicidad de algunos padres ya ni fingen el mínimo interés: ahí estoy yo, mirando al infinito, explicando, mandando ejercicios y corrigiendolos para mí misma mientras evito que se tiren cosas, correteen, jueguen...



El Jueves me recibió un alumno de 3º de ESO en clase al grito de :

-Profesora, quiero que hablemos de tetas falsas-
-¿Qué dices, insensato?-
-¡Qué quiero que hablemos de tetas falsas como habeis hecho en clase de 1º de ESO! ¡Me ha dicho Fulanita que es la chica que me gusta que habeis estado hablando de tetas falsas! ¿A qué está buena Fulanita, profesora?-
-Ya, ¿Y Fulanita no te ha dicho nada de todos los tiempos verbales que hemos estado repasando durante toda la hora ¿Verdad?-

Lo cierto es que si habíamos hablado de pechos siliconados, unos dos minutos aproximadamente.
Me había pasado la hora repasando diferentes tiempos verbales, preguntándome y contestándome para que llevaran la asignatura repasada antes del exámen. Ellos toleraban mi presencia al mismo tiempo que se dedicaban a sus labores, que por supuesto, no tenían mucho que ver conmigo.

En los últimos minutos, una alumna sacó el tema de tatuajes y piercings. Ella quería hacerse un piercing en la boca sin que sus padres lo supieran y ya la cosa degeneró en las opiniones de algunas que querían saber a partir de qué edad podían aumentarse los pechos que aparentemente no crecen a la misma velocidad que su deseo. Yo ya di la clase por perdida en favor de dejarle clarito a estas mentes aun tiernas de niños de 12 y 13 años la conveniencia de esperar antes de hacer algo en su cuerpo de lo que se puedan arrepentir luego. Ya tendrán tiempo cuando sean más adultos de dejar su cuerpo como un collage, una ferretería o una manta de patchwork si quieren. Ahora es simplemente "culo veo, culo quiero". Están acostumbrados a obtener lo que quieren de manera inmediata y a actos sin consecuencias y mi papel como educadora es enseñarles que es más importante el fondo que la forma, que tienen que tener un interior interesante y sano al que dar prioridad antes que a un aspecto más o menos bonito y/o caro que conservar en un cuerpo que todavía está en fase de crecimiento y que lo que ahora les gusta quizás no es lo que les guste con posterioridad, que tienen que hacer sus decisiones meditadas y que no son tan maduros aún como ellos creen, que tienen que disfrutar de su infancia un poco más.

Total, para que luego todo lo que quede en sus cabecitas no sean ni los tiempos verbales, ni un análisis de si vale la pena valorar a una persona solo por su apariencia física, sino que hemos hablado de tetas falsas. Y todavía tengo suerte de que no vino ninguna madre al día siguiente a protestar por los "temas" hablados en clase.

Que sí, que este tema me aburre tanto o más que a cualquiera. Que hace tiempo que no me siento aludida cuando con los primeros calores brotan por doquier culos modificados por obra y gracia de photoshop en los escaparates de las farmacias. Que no voy a hablar de la belleza interior, el que a estas alturas no lo piense que viva su condena de ser Dorian Gray que ya es bastante desgracia.

Lo preocupante no es que los adultos se obsesionen con robarle tiempo al calendario, lo triste es que se consienta entre todos en robarles la infancia a chavales con obsesiones superficiales y no enfatizar que deberian aspirar a ser personas plenas, con ideas, con intereses en cultura y en conocimiento. Que este mundo tiene que ser un poco mejor tras su paso, sus avances y sus logros de lo que se los estamos dejando ahora.
Ignoro si hay alguien a quien le importe si Fleming tenia doble papada, Graham Bell tenía orejotas o Marie Curie sufría de celulitis, a mí, desde luego, me da lo mismo. Las razones por las que les admiro son otras.



Besos lentos, largos, jugosos y relajados de vacaciones sin prisas.

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