Monday, September 25, 2006

 

Cursos de formación

Pido disculpas por adelantado a mis amiguetes a los que ya había enviado este post anteriormente como mail pero aún no lo había colgado en el blog y me parece que es interesante que todo el mundo conozca mi nueva visión empresarial.

Sabedor es todo docente y en conocimiento pongo de todo ser humano ajeno a esta profesión que conseguir trabajo no es el fín de nuestras cuitas. Debemos continuar haciendo cursos sin fín en detrimento de nuestro bolsillo muchas veces no tanto para estar al día en nuevas técnicas didácticas, que también sino por permanecer en buenos terminos con el Servicio Provincial de Educación de turno para ganar puntos y seguir trabajando.

Claro que llega un momento en que ninguno llama la atención, no obstante, he acariciado la idea de crear un nuevo curso de formación en que profesores nóveles o cualquier persona interesada en materia pedagógica amplie conocimientos y engorde mi cuenta bancaria.
Esto es un boceto de lo que llevo en mente:


LOS ALUMNOS: ESAS COSITAS QUE DAN TANTO ASCO

TEMA 1: SER PROFESOR NO ERA LO QUE YO CREÍA.
Superando tus instintos suicidas y asesinos (se proveerá a los participantes con los números de teléfono más importantes en esta profesión: hospital, bomberos, policía y teléfono de la esperanza).

TEMA 2: LOS OTROS.
Mesa redonda: Los cantos de sirena.
Aprende a ignorar lo que piensan los que trabajan en otros oficios, binómio: "cuantas-vacaciones-teneis-qué-bien-vivís-los-profes,-cacho-sinverguenzas"

TEMA 3: ENSEÑANZA Y SALUD. ¿LOS ALUMNOS DAN ALERGIA?
La insigne doctora en medicina, Doña Reyes Canalda (amiga de la promotora del curso), demostrará que estar constantemente en contacto con alumnos acarrea serios problemas de salud e intentará demostrar que los niños, a la larga, provocan canceres y otras enfermedades mortales

TEMA 4: LOS PADRES.
"Mi hijo no le ha clavado un bolígrafo en la espalda a 18 compañeros y 2 profesores, debe haber un error" Cómo sacar de la ignorancia a un buenintencionado padre.

TEMA 5: "MENS SANA IN CORPORE SANO" (Parte práctica dividida en dos sesiones)
A-Todos los profesores inscritos en el curso entrenarán todos los días junto al prestigioso corredor Fermín Cacho corriendo 100 metros lisos huyendo de un alumno belicoso y un padre armado de un bate de beisbol.
B-Un nieto del magnífico escapista Houdini impartirá clases sobre cómo elegir los mejores escondrijos en el instituto a la hora de escaparse de padres mosqueados.

TEMA 6: ARMAS QUÍMICAS.
"Como sobrevivir en una clase llena de adolescentes que acaban de salir de clase de educación física y huelen a tigre con calcetines sudados"

TEMA 7: NO MATARÁS.
Consecuencias legales de tus actos delictivos en caso de que algún día decidas llevar a cabo tu sueño de atacar a un alumno, Al Capone empezó siendo profesor. Charla que llevará a cabo la ilustre jurista, Doña Ana Elena (hermana de la promotora del curso).

TEMA 8: MITOS Y LEYENDAS.
"Los milagros de junio" Casos reales en que chavales que jamás han abierto un libro y no saben ni escribir su nombre correctamente aprueban inesperadamente curso.

TEMA 9: ECONOMÍA DEL LENGUAJE.
Aprende a comunicarte con tus alumnos y enriquece tu vocabulario de manera oral, por ejemplo:

"co" : Buenos días, caballero.
"ca" : Buenos días, señorita.
"cabrón": Querido amigo.
"ahivadeahí": Apártese de la pizarra, estimada profesora, ya que no puedo ver su contenido.
La parte escrita también ocupará un lugar importante, adaptarse o morir:
Ejemplo: "Kedams a vever, tía? estoi x ti"
"Este esamen de ingles es muchismo dificil"

No podemos olvidar la comunicación no verbal, cómo, por ejemplo, aprender a diferenciar cuándo una patada en las partes nobles entre alumnos significa: "te odio" y cuándo quiere decir "te aprecio mucho".

CLAUSURA DEL CURSO Y ENTREGA DE DIPLOMAS.



Una caricia sin prisas a contrapelo.


Thursday, September 21, 2006

 

Yo también me codeo con VIPs, ¿Qué pasa?

Bien, ya he captado vuestra atención. Si estáis esperando jugosos cotilleos de ricos y famosos o famosetes por obra y gracia del salto del tigre con otros conocidos del papel couché no tengo más remedio que desengañaros. No sé más de Paris Hilton que lo que dice la revista People y del resto de la troupé me entero en las consultas de los médicos o esperando aviones. No es que no conozca a los personajes, mal que me pese, tengo que reconocer que sé más o menos quién es quién aunque no es gente que me provoque la mínima admiración.
Me refiero a figuras de renombre dentro del mundo de la linguística como John Swales y sobre todo gente que a pesar de su fama son personas encantadoras y fáciles de tratar. Gente como por ejemplo Bhatia, un viajero y viajado profesor indio que trabaja en la Universidad de Hong Kong, o Gibson Ferguson, un afable profesor inglés, con los que disfrutamos de una agradable conversación que no versaba siempre de palabras y su idiosincrasia, así, por ejemplo, recuerdo una interesante conversación que mantuve con un reputado profesor jordano de quien atraje la atención hablando de la importancia del agua y la situación en Oriente Medio pero cuando ya me gané su admiración fue charlando de historias de la familia real jordana (ya sabía yo que mis conocimientos del "Hola" me iban a servir a algún día para algo).

Esta semana pasada tuvo lugar en la Universidad de Zaragoza un congreso de lenguas para fines específicos que fue organizado con todo el mimo y celo profesional del que son capaces, los profesores Peter, Carmen y Ramón. Me he decantado siempre por la literatura así que en principio un congreso de linguística no me parece muy apasionante pero acepté gustosa cuando me preguntaron si quería hacer de moderadora en una de las sesiones porque a fuerza de hablar todo los días como Tarzán para que me entiendan los alumnos en clase, me apetece oir hablar en un inglés depurado con temas de interés y porque me hacía ilusión ser un poco "prota" en un acontecimiento cultural así.

Creo que Peter se arrepintió tan pronto como me sugirió la posibilidad. Bastante tenía ya con sus propios nervios para tener una mujer histérica que le preguntaba a cada momento qué tendría que hacer o qué decir cuando tuviera que moderar como si no lo hubiera visto nunca. Finalmente, me dijo:
-Lo único que tienes que hacer es decir el nombre de la persona que va a dar la conferencia, la universidad de la que proviene, asegurarte de que no hable más de 20 minutos y abrir una rueda de preguntas- y añadió- Eso sí, si nadie dice nada, preguntas tú algo.-

Nombre y universidad, Nombre y universidad...parecía sencillo, salvo lo de conseguir que el conferenciante no hablara más de 20 minutos (¿tosía?¿le pellizcaba una pierna?¿le quitaba los folios que estuviera leyendo?) y lo de preguntar algo relevante (¿Qué ocurriría si no se me ocurría nada inteligente?¿Valía preguntarle su color favorito o si le gustaba la ciudad?) .

Llegado el día de autos me pasé horas destripando el armario a la busqueda de la combinación ideal de ropa: un look elegante, a la par que atractivo (¡ah!¡la vanidad humana!). Mi pelo, digno reflejo de la medusa mitológica aquel día se dejó domesticar no sin antes librar dura batalla. Complementos: los justos. Leí mil millones de veces los nombres y universidades que debía presentar. Ya estaba preparada para la acción.

Llegó el momento de la verdad, la hora de los paneles, público y conferenciantes iban entrando en todas las salas ¡menos en la mía!. Por no estar, allí no estaba ni el conferenciante. Allí estaba yo, sola, en mitad del pasillo, eso sí, monísima. Mi incursión en el mundo de la moderación había sido ciertamente breve. Pasada ya media hora cuando me disponía a colaborar en la coordinación del evento o tomar un café para matar el rato me dicen que el primer conferenciante había cancelado su aparición en el último instante. Menos mal, hubiera sido muy frustrante que sólo hubiera estado yo para escucharle y aún así por obligación.

La siguiente charla sería llevada a cabo por dos profesoras de una universidad española. Por razones de agenda sólo pudo venir una que aún se debe estar acordando de mis muertos. En mi afán de presentarla de un modo más agradable dije algo así como:
-Esta es doña Fulanita de Tal, estaba previsto que diera esta charla con doña Menganita de Cual que no ha podido asistir por motivos profesionales pero la charla va a ser tan interesante, entretenida y divertida que se nos va a olvidar que no ha podido venir doña Menganita porque será como si estuvieran las dos-
Viendo la estupefacción del público y la cara de espanto que estaba poniendo mi invitada cuando dije que su charla sería "divertida" decidí callarme y se me olvidó nombrar la universidad de la que provenian.
¡Por amor de Dios! Lo único que tenía que decir era el nombre del invitado y la universidad y se me olvida decir la universidad. Es como en esas obras de teatro en las que un actor tiene una sola linea de tipo:
-El café está servido, señora marquesa-
y se olvida de la mitad del texto y encima dice cosas que no están en el guión. ¿Por qué no pensaré las cosas antes de hablar? No sé qué me pasa cuando tengo que hablar en público que me desato y empiezo a decir cosas rarísimas y no me puedo controlar.
En la siguiente ponencia me moderé a mi misma y presenté de un modo más convencional y aún así tengo ciertos Flashbacks en los que digo cosas raras.
Sin embargo, al final de mi panel, una de las figuras del congreso, el señor Gibson Ferguson , me dijo que yo había tenido una manera muy original de moderar y sus palabras no estaban cargadas de sorna o segundas intenciones. No seré muy competente pero a simpática no me gana nadie.



Un mordisquito en la punta de la nariz.

Thursday, September 14, 2006

 

El universo, la naturaleza y sus extrañas compensaciones

La atención masculina exacerbada por mi humilde persona de la que hablaba el 29 de agosto duró unas 48 horas. Lo bueno si breve... es una lástima. Lo suficiente para añadir algunas situaciones curiosas más a las que ya habían tenido lugar:
- Un anciano casi fue atropellado mientras perseguía un papelito que se había escapado de entre los que yo llevaba al contenedor de reciclaje.

-El quiosquero ya me ha perdonado la infidelidad del día que me descubrió comprando el periódico en la competencia, me dirije la palabra y está incluso muy curiosón por mis asuntos.

-El mecánico del barrio le echó una ojeada a mi coche y me dió una garrafa de anticongelante totalmente gratis.

He llegado a la conclusión de que la razón a comportamiento masculino tan curioso tenía una finalidad muy concreta: La naturaleza tiene un cierto sentido de equidad que a nosotros, simples humanos, a veces nos cuesta desvelar. Traducido al cristiano: Vaya, que me daba un momento bueno para equilibrar la semana de locos que llevo ahora desde que he empezado a trabajar en dos institutos. ¿No me creeis? Echemos juntos un vistazo a cómo me fue ayer.

Miércoles, 13 de Septiembre, año del Señor de 2006

Querido diario:

Me costó mucho atrapar el sueño esta noche, no así tanto levantarme gracias al ruido de agua cayendo que ha hecho las veces de despertador a las 3.29 de la madrugada, Tengo una gotera dentro del armario, ¡qué contrariedad!.

Suena esta vez el despertador a las 7, aunque para lo que he dormido casi me daba lo mismo.

Me he engordado un kilo.

Me dirijo a mi primer instituto de hoy. Comento al jefe de estudios que tal como tengo el horario que o bien me teletransporto de un centro a otro un día o es materialmente imposible ir de un instituto al otro en cinco minutos (hay unos buenos 20 minutos a pie de distancia) me responde que entonces tendrá que cambiar esa última hora de tutoría con mis alumnos a una séptima hora (de 14.25 a 15.35). Puesto que tengo horario diurno y nocturno y desplazamiento de un centro a otro me sale del alma y le digo al jefe:
-"¿y por qué no me dais una paliza también que es lo único que me falta?"-
Después de revisar mi horario, él mismo reconoce que mi horario más que un horario parece una venganza y que lo tendrá en cuenta.

En una primera impresión, mis alumnos de bachillerato me hacen pensar en mis similitudes con Michelle Pfeiffer en "Mentes Peligrosas" y no por guapa. No obstante, a pesar de su aspecto no parecen malos chicos, unicamente me ignoran.

Compagino la hora siguiente entre la reunión de departamento y visita a otros dos departamentos para intentar encajar horas en los horarios y reuniones entre compañeros, es como volver a la infancia, antes cambiabamos cromos, ahora horas incomodas.

Corro como alma que lleva el diablo al otro centro, llego desencajada para descubrir con horror que en el otro centro tiene horarios diferentes y por tanto, a pesar de mi carrera, llego diez minutos tarde y no sé dónde está el aula. No importa, antes tengo que pasar a buscar el material en el departamento de inglés de donde tampoco tengo llaves aún.

Un compañero, majo pero poco oportuno,tiene una ganas locas de tratar conmigo un desdoble de una clase a a pesar de mis evidentes muestras de apremio. Le conmino a hablar más tarde del tema pero insiste, apaciguo mis ganas de pegarle con el bolso y observando mis nerviosismo me lleva a la clase dónde me esperan mis cachorritos de 1º de ESO. Sudada como un tocino les entrego una prueba inicial para que lleven a cabo durante la clase, desgraciadamente, con las prisas les entrego la prueba inicial de los alumnos de 3º de ESO, los pobrecitos no sabían responder a nada, había rostros de pura desesperación mientras que yo pensaba que eran unos ignorantes. Para cuando me di cuenta de mi error era demasiado tarde.

La siguiente clase tiene lugar en un aula tan chiquitita como una caja de zapatos. estamos todos apiñados y dudo si dejar la puerta abierta y que el ruido de mis habladores alumnos moleste a todo el pasillo o cerrar la puerta y morir asados como pollos. Contemplo como la pintura del techo cae sobre las carteras de los alumnos pero no digo nada.

En la clase siguiente un alumno me advierte que su nombre será el primero que me aprenda y es cierto, es tan pesado como una vaca en brazos. Me paso la clase llamándole por su nombre e instándole a que se calle y/o que pare quieto.

Vuelvo a casa, llueve y no llevo paraguas.

Como a toda velocidad y preparo el piso para la llegada inminente del pintor.

Por la tarde viene el pintor por tercera vez, la primera vez, hace unos días, se quedó con un trozo de mi techo en la mano con mi consiguiente patatús.

Viene mi abuela porque el pintor "le da muy mala espina" y "es posible que quiera atacar a una joven que está sola". A pesar de la buena voluntad de mi abuela, a la que adoro, no sé cómo una pequeña anciana de 90 años me puede servir de guardaespaldas aunque el pintor es un joven bajito con los ojos muy grandes, que con todos mis respetos, no tiene media bofetada así que no creo que ofrezca mucha resistencia si le ataca mi abuela.

Viene mi madre y discute con el pintor sobre su manera de trabajar.

Al final, no vence ni uno ni otro. No se puede pintar porque hay otra gotera que añadir a mi colección y el techo está ahuecado . El pintor me dice que llame AL ADMINISTRADOR otra vez para que me envie un albañil. Ya es oficial. Tengo el record mundial de goteras en cinco años. Pongo un cubo nuevo nuevo en la nueva gotera.

Para borrarme la cara de perro furioso me voy a comprarme un pantalón vaquero y les pregunto a mis amigas Rut y Silvia por móvil desde el probador si piensan que me quedará bien un pantalón de cintura baja. Cuento con su aprobación.

Vuelvo a casa bajo un muro de lluvia en un estado lamentable. ¿Dónde está ese maldito paraguas?. Descubro varias habitaciones del piso que dejé con las ventanas abiertas encharcadas de agua por la tormenta.

Queridisimo diario, como todos los días sean así no se si llegaré a las vacaciones. Aún así, gracias por este día, a fín de cuentas esto son sólo pequeñas contrariedades, hay gente que sí que lo pasa mal. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.




Un beso lento en la base de la nuca.


Friday, September 08, 2006

 

De momenticos raros

Hay gente de mi entorno que ha enfocado su vida profesional a los negocios a la que no le cabe en la cabeza que ejerza este oficio de la docencia de buen grado.
-Dalia, corazón, si tú podrías trabajar en cualquier cosa ¿cuánto tiempo te piensas dedicar a esto?-
Como si ser profesora fuera un capricho o un vicio. Y es que, digan lo que digan las encuestas de los periodicos, ser profesor no está bien visto. Que una persona en su sano juicio, con su carrera universitaria elija dedicar sus días a una labor no tan bien remunerada como otras y cuyo prestigio social está siempre en entredicho parece que es tirar su talento a la basura. Pero si queremos jugar bien no podemos ser todos vaqueros, alguien tiene que hacer el papel de indio. Tiene que haber de todo en esta vida, además, yo soy la que tiene las anécdotas laborales más entretenidas y jugosas en las cenas. Esas que van seguidas de: -¡Aaaah!¡Oooooh!¿De verdad?- y otros comentarios que van acompañados de signos de exclamación. (Amen de que yo tengo más vacaciones aunque bien sabe Dios que necesito cada maldito segundo de ellas para reponerme).

Vale, mi nombre no pasará a la historia, como mucho acompañará a algún apelativo hiriente en la mesa de algún alumno mio. Mi cuenta corriente nunca igualará al PIB de ningún país pequeño y mi belleza y mi inteligencia, de tenerlas, solo serán comentados por los míos si quieren sacar algún beneficio de mi. No se puede tener todo.
Muchas veces yo también me cuestiono si no haría menos mala sangre en cualquier otro empleo.
Sin embargo, no me aburro; Me puedo desesperar, amargar, deprimir, enfadar, despistar, asustar, sorprender, alegrar, emocionar y experimentar un abanico de sensaciones de lo más diversas pero aburrirme, no.

Por poner un ejemplo: Recuerdo un estudiante muy surrealista de 16 años que tuve. El chaval llegó a clase muy alterado. Teníamos examen al día siguiente y yo pretendía dedicar toda la hora a repasar porque la mayor parte de mis alumnos no había dado palo al agua y no sabían por dónde les daba el aire. Esta es la transcripción de la conversación que tuvo lugar:

-Profesora, profesora, ¡profesoraaaaaaaaaaa! Tengo que contarle lo que me ha pasado el fin de semana-

-Ya me lo contarás luego que tenemos que repasar-

-Pero es que lo quiero contar ahora-

-De verdad, luego me lo cuentas, ahora estamos en clase, vamos a repasar o mañana suspenderá hasta el gato-

-Pero es que he pasado mucho miedo-

-NO-

-¡¡¡¡¡Porfaaaaaaaaaaaaa!!!!!-

-Mira que eres pesado, cuando acabe la clase me cuentas lo que quieras-

-¡¡¡ME FUI DE EXCURSIÓN CON UNA ASOCIACIÓN ESTUDIANTIL Y RESULTÓ QUE ERA UNA SECTA!!! -

Demasiado tarde. Todos mis alumnos ya estaban más interesados en la anécdota que en suspender inglés hasta el Juicio Final. Tendría que dejar que terminara de hablar para poder seguir trabajando.
-¿Cómo que era una secta?-

-Sí, un sindicato que era en realidad una secta, he pasado mucho miedo-

-¿Cómo sabes que era una secta? ¿Hablaban de religión?

-No sé, hablaban todo el rato, yo no estaba escuchando-

-¿Por qué crees que era una secta entonces?-

-Una chica dijo:-"Uy, esto es una secta" y además eran todos gays-

-¿Un sindicato estudiantil que es una secta en la que son todos gays?-

-Sí, y yo pasé mucho miedo porque como ser gay es una enfermedad a ver si por pasar tiempo allí me iba a contagiar. ¡¡¡¡NO SE RIA PROFESORA!!!! pero es que también eran todos skinheads-

-Ya, y ahora me dirás que bajaron de una nave espacial, ¿te das cuenta de todas las tonterías que estás diciendo? ¿Cómo va a ser un sindicato una secta en la que además sus miembros son en su totalidad gays y además son skinheads? ¿pero tú no sabes que los skins además de ser racistas son homófobos?-

Gran parte de la clase se quejó.

-Los skinheads no son racistas-

y uno añadió:-Profesora, a ver si lee más, tiene que leer más-

-¿¿¿Y vosotros qué leeis??? ¿¿¿Mein Kampf de Adolf Hitler???- protesté.

Lo curioso es que comentas este tipo de historias a compañeros de trabajo y ni se inmutan. Como estas cosas están a la orden del día vamos perdiendo la capacidad de la sorpresa pero estas anecdotas son un bombón en las reuniones de amigos.




Unos labios juguetones en el lóbulo de la oreja.


Friday, September 01, 2006

 

Final del estío y de mis vacaciones (suspiro)


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