Thursday, January 13, 2005

 

Deportes alternativos

Ya está de vuelta enero y con él mucho mal humor. Cada uno tiene sus razones. Hay quien ha gastado todas sus sonrisas en los buenos deseos navideños, quien ha dejado de fumar, quien ha empezado la dieta, quien está sin blanca después de que, como Atila, la compra de regalos y rebajas por su bolsillo no haya dejado tras si ni el verdear de los campos. Hay quien, incluso, sufre de todo esto al mismo tiempo.

Yo estoy en el grupo de los incautos de la dieta post-atracones festivos. ¿Qué hacer? La idea de morir de inanición no me apasiona.
Sabiendo de mi rechazo a cualquier esfuerzo físico, un colega me habló de un gimnasio maravilloso del que es asíduo que debe ser segura sucursal del Paraíso en la tierra. Así, posee salas de masaje, de diferentes tratamientos de belleza, saunas, baños turcos... La tentación era casi insoportable. No obstante, cuando fuí consciente de que la razón que me arrastraba allí era la de seguir haciendo el vago de la manera más placentera posible concluí que había que buscar otro modo de conseguir mi objetivo.

Tengo una amiga, amante de las emociones fuertes, que relata, de vez en cuando, las bondades de realizar actividades de riesgo con la esperanza de atraerme como nueva adepta a esta religión actual de darle un caprichito al instinto tanático que todos poseemos, sin saber, que gracias a mi empleo mi adrenalina siempre sobrepasa los niveles que recomiendan en el campo de la medicina. El día que decida suicidarme lo haré de alguna manera cómoda.

Pero todo esto me ha hecho pensar en diferentes medios de perder peso de manera innovadora, barata y si no se pierde ni un gramito, al menos dar un poco de emoción al tedio diario.
De momento se me ha ocurrido esto que está relacionado con medios de transporte, para moverse sin desplazar ni un pie:

1-AUTOBUSING:
Entiéndase con esto el acto de subir en un autobús urbano.
Carezco de datos para saber si en todas las provincias españolas ocurre lo mismo, en Zaragoza hay algunas lineas de este medio de transporte en las que estoy convencida que los conductores adquirieron el carnet de conducir en el rally Paris-Dakar.
Una vez que se accede al vehículo hay que agarrarse como si la vida fuera en ello al primer saliente que se encuentre, ya que una vez que este monstruo se ponga en movimiento se desplazará más rápido y salvaje que si hubieramos montado en un dragón.
Deslizándonos, evitando sobeteos ejercitaremos fuerza, destreza, flexibilidad.
Disfrutaremos así de un surf urbano con la ventaja de que uno llega al final de su trayecto seco.
Hasta hace poco también solía ser una sauna estupenda en los meses estivales para perder grasa. Ya hay aire acondicionado, lástima, ahora sólo es un foco productor de gases tóxicos debido a la ausencia de desodorante que ya querría para sí un país en guerra como arma letal.

2-TAXING:
Este deporte en realidad sólo sirve como excitante de adrenalina a los amigos de las emociones extremas. Ya que ejercicio físico no se ejecuta.
A- Se precisa de un taxista nerviosito al volante. Para eso hay que tener un poco de paciencia porque no todos los taxistas, gracias a Dios, tienen en poca estima su integridad física. Es como los pimientos del Padrón "que unos pican y otros non".

B- Esperar ese taxi en una hora punta de tráfico, para entonces el 80% de los conductores ya estarán un poco tensos, es cuestión de tiempo que uno cometa una infracción cerca de nuestro taxista como adelantar a destiempo o no dejarle pasar.

C- Entonces lo conveniente es agarrarse fuerte como si se estuviera en un aparato de feria. El taxista baña de improperios al otro conductor como si este estuviera a 10 centímetros de sí y además fuera sordo mientras el taxi se salta alegremente todas las normas de circulación contigo dentro.
Hubo una vez, que en su ira, un taxista que me llevaba incluso circuló por la acera para adelantar a un vehiculo que se había convertido en su Moby Dick particular.
Si no es suficiente, basta esperar llegar a destino y ver a cuanto asciende el desplazamiento ahora que han vuelto a subir las tarifas.

3- SUBIR-EN-COCHING
Para aragoneses, gente de provincias próximas y aventureros.
Tan sencillo como subir en coche para recorrer el trayecto entre Zaragoza y Teruel. Ciento y pico kilometros en su mayor parte en un único sentido, con gran afluencia de camiones y muchos conductores con prisa por llegar al Reino de los cielos. Los adelantamientos son dignos de una buena película de ciencia ficción.
Hay con frecuencia situaciones en que ves acercarse hacia tí algún vehículo a toda velocidad que sólo se retira cuando tú ya estás rezando tus oraciones o preparando tu discurso de entrada al Reino de los Justos cuando te vieras delante de nuestro señor Jesucristo.
Buenísimo para mantener los músculos del estómago firmes. No puedes evitar encogerlos en la travesía.
No apto para gente con problemas cardiológicos.

Por hoy ya vale. Seguiré informando.
Un abrazo de bufanda grandota.

Comments:
Hola Dalia:

De verdad que tus maneras alternativas de perder peso y evitarse el viaje a un parque de atracciones para producir adrenalina 100% son muy eficaces. Pero no solo aplican para Zaragoza. Subirte a un autobûs urbano en Hermosillo y casi cualquier ciudad de México es una aventura similar, con la diferencia de que ahî aûn no estân refrigerados en las estivales mediodîas de agosto, en las que la temperatura puede aumentar hasta 50°C a la sombra, eso sî que es fat-reducing. Subirte a un taxi en Nâpoles, Italia, eso también te hace crecer las uñas para introducirlas en los asientos de esos taxis que viajan por los carriles de los tranvîas y que solo se apartan cuando éstos vienen a unos centîmetros. Bueno, te mando un saludo y estaré al pendiente de tu nuevo escrito.
 
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