Sunday, August 28, 2005

 

Agente en misión especial (casi imposible)

Mis amigos (no docentes) me preguntan de vez en cuando como es el metodo que emplea Educación para asignarnos un nuevo destino para los profesores interinos.
Normalmente me limito a decir que es como ir al supermercado: cada uno tiene su número y cuando me toca elijo las plazas más interesantes que me han dejado los anteriores en la lista, pero no es así, en realidad, el proceso es más complejo y me he decidido a desvelarlo a pesar de los riesgos que conlleva semejante revelación.

He aquí, la verdad desnuda, cómo fue, por ejemplo, mi elección de destino del curso pasado:
Todos los profesores interinos recibimos en los días previos a la elección un mensaje de nuestro jefe via paloma mensajera en la que decía día y hora dónde se nos esperaba. Se nos demandaba para ello guardar la más absoluta discrección incluso a nuestros seres queridos, pobres, ¡qué engañaditos os tenemos!. Me deshice de la paloma cocinándola con arroz.

Enfundada en un fantastico traje chaqueta que ajustaba a la perfección (remarcando mis virtudes y disimulando mis defectos) que ya querría Angelina Jolie que le quedara la mitad de bien que a mí, con mi melena morena flotando arrastrada por un viento inexistente y oculta tras unas impenetrables gafas oscuras me personé en un edificio semiderruido a las afueras de la ciudad. Entré en un cuarto que acto seguido se cerró y se transformó rápidamente en una cámara aislada que tenía sus paredes cubiertas con planos via satélite y pantallas gigantes semitransparentes de ordenador dónde figuraban mis datos laborales, personales, mis medidas y algunos secretillos que no voy a desvelar aquí porque tendría que mataros a todos después.

-Bienvenida, agente- sonó una voz metálica que provenía de todos los puntos a la vez y de ninguno en concreto

-Bienhallada, jefe- respondí con una sonrisa enigmática

-Tenemos una nueva misión para tí, estamos muy contentos con tus logros hasta el momento pero se precisa de tus servicios en un nuevo emplazamiento.-

-¿Será peligroso?-

-¿Alguna vez no lo ha sido?-

-Justo como me gusta, no entiendo mi oficio de otra manera-

-Tu objetivo serán unos monstruos adolescentes que hay que neutralizar a través de la enseñanza-
Mientras en la pantalla de ordenador iban apareciendo a toda velocidad fotografías de los chavales junto con sus datos personales, motes y fichas policiales. Yo entorné los ojos con cara de gran interés y saqué de mi bolso un bocadillo de jamón que desenvolví con precisión y al que dí un mordisco con frialdad.

-Cada vez es más complicado, jefe, no creo que pueda enseñarle a estos alumnos ni la mitad del temario estipulado, sospecho que muchos repetirán curso-

-Por eso te envió a tí, si no lo consigues tú ¿Quién lo hará?. haz lo que creas necesario, ve con escote a clase si hace falta, expulsa, pon exámenes sorpresa, suspende... Sabes que tienes licencia para enviar a los chavales a jefatura de estudios si se comportan mal. Te facilitaremos la documentación, te dotaremos de bolígrafos rojo y azul y un paquete de tiza.-

-Me gustan las emociones fuertes- dije mientras sacaba un espejito del bolso para retocar mi pintalabios-

-Eres la mejor-

-Lo sé-

Salí de allí con paso firme pensando en la dificultad de mi nueva misión y que era una autentica contrariedad que mis zapatos no conjuntaran perfectamente con mi bolso.

Besos con pintalabios rojo sangre.

Comments:
Hola agente Dalia.

Supongo que la misión marchará perfectamente. Ya tuve yo una semejante, pero decidí volver a pasarme al lado oscuro de la fuerza y ahora estoy de nuevo sentado en mi mesabanco junto a los demás criminales que retamos indefinidamente a los miembros del Comité Magisterial Internacional. Saludos hasta Zaragoza...
 
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