Saturday, April 01, 2006

 

Bebiendo de la fuente de la eterna juventud

April is the cruellest month, ya lo dijo T.S.Eliot, claro que él tenía otros temas en mente pero a mí me sirve como mínimo para atacar esta nueva entrada de blog. La culpa la tiene mi buzón, que no tiene nada mejor que hacer que escupirme publicidad insultante y amenazante. ¿Para qué sino recibo una carta a mi nombre que me invita a probar- sin cargo alguno, eso sí- unos magníficos e innovadores aparatos auditivos poseedores de un diseño tan discreto que nadie salvo yo sabrá de su existencia y un folleto a mí sólo reservado, me conminaba, con ese vocabulario cordial y familiar que sólo comparto con mis más allegados, a probar un exitoso sistema compuesto de botox que devolverá a mi mirada juventud y belleza perdidas? Mi DNI reza que tengo 33 años, pasé de sentirme die fesche Lola en Der blaue Engel a ¿Qué fue de Baby Jane? en el breve lapso en que abrí mi correspondecia.

Así que gente que no me conoce ha decidido que ya estoy en decadencia... ¿Pecado tal es cumplir años? Malo es tener que sufrir en estas fechas la floración por doquier de gigantes carteles mostrando culos diseñados por ordenador y pantallas de televisión mostrando muchachas más cerca de ser bellos efebos, púberes además. Yo no me siento identificada con ellas y quizás esté mal de la cabeza pero la imagen que me devuelve el espejo no me es hostil todavía.

Cuesta mucho deshacerse de complejos de juventud, ahora que me importan muchas cosas tres rábanos me resisto a creer que somos unicamente el aspecto que tenemos. Es probable que sea muy ingenua pero el día que me entierren prefiero quedar en la memoria de los que me apreciaron por haber dejado más o menos impronta en sus vidas y no porque tuviera los pechos más o menos grandes o tuviera las caderas más o menos anchas.

Collige virgo rosas aparte, si hay un empleo que te obliga a ser humilde y a recordar la brevedad del tiempo es la docencia. Para la mayoría de mi alumnado, sobreexpuesto a incesantes imagenes de perfección irrealizable y rabiosa juventud en los medios, una vez superados los 25 no queda sino esperar la muerte y si encima no tienes marido o hijos te contemplan con lástima: "pobre, ya se le ha pasado la edad"-piensan.
Recuerdo una vez que coincidimos en una clase una alumna y yo con la misma camiseta, ni que decir que ella decidió no llevarla nunca más por no ir vestida como "una señora mayor de treinta años" y en otra ocasión hace ya algunos años en que en una actividad de la lección mis alumnos debían encontrar una foto en el libro del infortunado James Dean.
-¿Quién es ese?-preguntaban confundidos.
-un actor- respondí.
-¿pero blanco o negro?-
-blanco-
-¿Este de la foto? Profesora, este ya le gustaría a usted en sus años mozos-
-¡JAMES DEAN LLEVABA MUCHOS AÑOS MUERTO CUANDO YO NACÍ!-
-Pues sería de las drogas porque tiene cara de viciosete-
...
-Profesora, a usted por su edad le deben gustar los boleros-
-y a tí, por tu sentido común, te debe gustar estar suspendido de por vida-



Un roce de mejilla de suavísimo tacto.

Comments:
:-)
¿sirviría de consuelo decirte que aparentas algunos años menos?

¡¡enhorabuena por tus tres nietos gatunos!!

p.d. I've got photos to you, what's is your email address?
c u.
 
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