Thursday, September 14, 2006

 

El universo, la naturaleza y sus extrañas compensaciones

La atención masculina exacerbada por mi humilde persona de la que hablaba el 29 de agosto duró unas 48 horas. Lo bueno si breve... es una lástima. Lo suficiente para añadir algunas situaciones curiosas más a las que ya habían tenido lugar:
- Un anciano casi fue atropellado mientras perseguía un papelito que se había escapado de entre los que yo llevaba al contenedor de reciclaje.

-El quiosquero ya me ha perdonado la infidelidad del día que me descubrió comprando el periódico en la competencia, me dirije la palabra y está incluso muy curiosón por mis asuntos.

-El mecánico del barrio le echó una ojeada a mi coche y me dió una garrafa de anticongelante totalmente gratis.

He llegado a la conclusión de que la razón a comportamiento masculino tan curioso tenía una finalidad muy concreta: La naturaleza tiene un cierto sentido de equidad que a nosotros, simples humanos, a veces nos cuesta desvelar. Traducido al cristiano: Vaya, que me daba un momento bueno para equilibrar la semana de locos que llevo ahora desde que he empezado a trabajar en dos institutos. ¿No me creeis? Echemos juntos un vistazo a cómo me fue ayer.

Miércoles, 13 de Septiembre, año del Señor de 2006

Querido diario:

Me costó mucho atrapar el sueño esta noche, no así tanto levantarme gracias al ruido de agua cayendo que ha hecho las veces de despertador a las 3.29 de la madrugada, Tengo una gotera dentro del armario, ¡qué contrariedad!.

Suena esta vez el despertador a las 7, aunque para lo que he dormido casi me daba lo mismo.

Me he engordado un kilo.

Me dirijo a mi primer instituto de hoy. Comento al jefe de estudios que tal como tengo el horario que o bien me teletransporto de un centro a otro un día o es materialmente imposible ir de un instituto al otro en cinco minutos (hay unos buenos 20 minutos a pie de distancia) me responde que entonces tendrá que cambiar esa última hora de tutoría con mis alumnos a una séptima hora (de 14.25 a 15.35). Puesto que tengo horario diurno y nocturno y desplazamiento de un centro a otro me sale del alma y le digo al jefe:
-"¿y por qué no me dais una paliza también que es lo único que me falta?"-
Después de revisar mi horario, él mismo reconoce que mi horario más que un horario parece una venganza y que lo tendrá en cuenta.

En una primera impresión, mis alumnos de bachillerato me hacen pensar en mis similitudes con Michelle Pfeiffer en "Mentes Peligrosas" y no por guapa. No obstante, a pesar de su aspecto no parecen malos chicos, unicamente me ignoran.

Compagino la hora siguiente entre la reunión de departamento y visita a otros dos departamentos para intentar encajar horas en los horarios y reuniones entre compañeros, es como volver a la infancia, antes cambiabamos cromos, ahora horas incomodas.

Corro como alma que lleva el diablo al otro centro, llego desencajada para descubrir con horror que en el otro centro tiene horarios diferentes y por tanto, a pesar de mi carrera, llego diez minutos tarde y no sé dónde está el aula. No importa, antes tengo que pasar a buscar el material en el departamento de inglés de donde tampoco tengo llaves aún.

Un compañero, majo pero poco oportuno,tiene una ganas locas de tratar conmigo un desdoble de una clase a a pesar de mis evidentes muestras de apremio. Le conmino a hablar más tarde del tema pero insiste, apaciguo mis ganas de pegarle con el bolso y observando mis nerviosismo me lleva a la clase dónde me esperan mis cachorritos de 1º de ESO. Sudada como un tocino les entrego una prueba inicial para que lleven a cabo durante la clase, desgraciadamente, con las prisas les entrego la prueba inicial de los alumnos de 3º de ESO, los pobrecitos no sabían responder a nada, había rostros de pura desesperación mientras que yo pensaba que eran unos ignorantes. Para cuando me di cuenta de mi error era demasiado tarde.

La siguiente clase tiene lugar en un aula tan chiquitita como una caja de zapatos. estamos todos apiñados y dudo si dejar la puerta abierta y que el ruido de mis habladores alumnos moleste a todo el pasillo o cerrar la puerta y morir asados como pollos. Contemplo como la pintura del techo cae sobre las carteras de los alumnos pero no digo nada.

En la clase siguiente un alumno me advierte que su nombre será el primero que me aprenda y es cierto, es tan pesado como una vaca en brazos. Me paso la clase llamándole por su nombre e instándole a que se calle y/o que pare quieto.

Vuelvo a casa, llueve y no llevo paraguas.

Como a toda velocidad y preparo el piso para la llegada inminente del pintor.

Por la tarde viene el pintor por tercera vez, la primera vez, hace unos días, se quedó con un trozo de mi techo en la mano con mi consiguiente patatús.

Viene mi abuela porque el pintor "le da muy mala espina" y "es posible que quiera atacar a una joven que está sola". A pesar de la buena voluntad de mi abuela, a la que adoro, no sé cómo una pequeña anciana de 90 años me puede servir de guardaespaldas aunque el pintor es un joven bajito con los ojos muy grandes, que con todos mis respetos, no tiene media bofetada así que no creo que ofrezca mucha resistencia si le ataca mi abuela.

Viene mi madre y discute con el pintor sobre su manera de trabajar.

Al final, no vence ni uno ni otro. No se puede pintar porque hay otra gotera que añadir a mi colección y el techo está ahuecado . El pintor me dice que llame AL ADMINISTRADOR otra vez para que me envie un albañil. Ya es oficial. Tengo el record mundial de goteras en cinco años. Pongo un cubo nuevo nuevo en la nueva gotera.

Para borrarme la cara de perro furioso me voy a comprarme un pantalón vaquero y les pregunto a mis amigas Rut y Silvia por móvil desde el probador si piensan que me quedará bien un pantalón de cintura baja. Cuento con su aprobación.

Vuelvo a casa bajo un muro de lluvia en un estado lamentable. ¿Dónde está ese maldito paraguas?. Descubro varias habitaciones del piso que dejé con las ventanas abiertas encharcadas de agua por la tormenta.

Queridisimo diario, como todos los días sean así no se si llegaré a las vacaciones. Aún así, gracias por este día, a fín de cuentas esto son sólo pequeñas contrariedades, hay gente que sí que lo pasa mal. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.




Un beso lento en la base de la nuca.


Comments:
¡Qué ilusión! Entro en tu blog pensando que no te habría dado tiempo a escribir nada nuevo, y no sólo me encuentro esta joya de literatura de anecdotario, sino que además ¡aparezco en ella!¡Ya soy alguien, estoy en la red!

Gracias por otro testimonio estremecedor de la vida diaria en nuestro gremio. Y por el beso en la nuca, que me encantan.
 
Como Rut no he podido contenerme (con una pizquita de orgullo) al verme nombrada en otro de tus desternillantes relatos, muy a lo Bridget Jones esta vez. Una gozada leerte y tenerte como amiga. (A ver cuando te veo con esos vaqueros).
 
Hola... Dalia... fantástico blog--- Sobre todo par alguien como yo que vivió tres años en Zaragoza, y la halla mágica como mi lejana Buenos aires...
Por qué no te habré encontrado en estas calles para confirmar que todos los seres sensibles estamos un poco locos?
Delicioso post, y una sensual despedida... "Un beso lento en la base de la nuca"

Gracias por tus palabras. Son curativas.
 
Un placer, como siempre, leer tu anecdotario. Un soplo de aire fresco en mis tardes de vacaciones todavía. Un beso.
 
Yo quiero mas besos en la nuca... y pasate por mi blog que en un rato te cuento qué hacia en zaragoza!!!
 
Mis queridas Rut y Silvia:
El orgullos es mio de poder contaros entre mis amigas, con la de cosas que hemos pasado. Que conste que si no cuento más de vosotras o del resto de amigos que sois pero no os he nombrado es más por preservar vuestra intimidad y no por falta de ganas.

Yayo: gracias por visitar mi blog incluso en tus vacaciones.

a-x: ¡uy!¡Qué descaro!Aquí a compartir los besos con el resto que luego os viciais y me buscais un lio. Tú cuenta, que aún no has dicho ni "mú" de qué te llevo a Zaragoza.
 
Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?