Saturday, February 24, 2007

 

Las hormonas están en el aire

-Profesora, a mí los chicos que me gustan o están casados o son gays-
Semejante aseveración me dejó paralizada. No tanto por su originalidad, puesto que esa frase ya la he oído en otras ocasiones, sino porque la voz de la que partió pertenecía a una niña de ¡¡doce años!! Máxime considerando que estábamos corrigiendo un ejercicio de preposiciones de lugar.

Una de las cosas que no me enseñaron cuando cursaba el curso de adaptación pedagógica era que me acabaría conviertiendo Doctora Amor y en confidente e incluso paño de lágrimas de algunos de mis alumnos. No es algo que me moleste pero aún me sorprende. Nadie le hubiera contado sus cuitas de amor al profesor cuando estudiaba en el instituto.

Ocurre con relativa frecuencia que una alumna se excuse de una ausencia a las clases tras el disgusto de una ruptura (los chicos como mucho te dicen que les gusta una chica, en esos temas son más reservados. Prefieren expresar su afecto entre ellos a mamporro limpio) o que como hace unos días otra con lágrimas en los ojos me pidiera salir un rato de clase a calmar su pena tras terminar una relación con su novio (y eso que era ella quién la terminó, y que también tiene doce años).

Pero será difícil que alcancen el nivel de estupefacción que alcancé hace unos años en que tuve una clase 2º de ESO de alumnado mayoritariamente femenino y que estaba enamorado el 85% del tiempo (tal vez me quede corta).
Medio lolitas, medio amazonas aparecían el lunes mostrando sus cuellos heridos de pasión como medallas de guerra.
Se intercambiaban generosamente ex-novios haciendo caso omiso de la ley no escrita que dice que ninguna mujer tendrá relaciones con el ex- de una amiga bajo pena de ostracismo.
Me enseñaban orgullosas fotos y regalos de su media naranja temporal.

Una de ellas a principio de semana irremediablemente lloraba el final de su relación con un chico con el que nunca había pasado de compartir diez días, un par de días más tarde ya había encontrado sustituto y vuelta a empezar (Al principio me causaba cierta preocupación pero cuando ví que se trataba de una costumbre simplemente le dejaba llorar con tranquilidad. Claro, que el día que una mujer vino a darles una charla sobre los peligros del alcohol y se la encontró llorando como una Magdalena me miró con ojos como platos cuando le dije que no se preocupara, que era algo habitual.)

Quizás lo más sorprendente fue un momento en que dos chicas estaban gritándose histéricamente la una a la otra desde un extremo al otro de la clase.
-No te enteras de nada-
-Tú sí que te vas a enterar-
-Cerda-
-Pues tú guarra-
Llegó tan ansiado momento en que dije aquello que siempre había ansiado decir porque era algo que nos avergonzaba a todos en mis tiempos de estudiante:
-¿Qué os pasa? A ver, contádnoslo a todos para que nos enteremos-

A lo que una de ellas respondió:
-Es que el novio de ella me ha tocado el culo por debajo de la falda por una apuesta con sus amigos y ella no se lo cree-

Ante semejante aclaración que nadie esperaba y que envolvió de pronto la clase en un silencio sepulcral hice lo único que se puede hacer en estos casos, les dije:
- Eeeeeeeee, Bueeeeeno, En fín, vosotras salid al pasillo cinco minutos y arreglad lo que tengáis que arreglar y nosotros vamos a la página diecisitete del libro-



Caricias ingeniosas.

Comments:
-Profesora, a mí los chicos que me gustan o están casados o son gays- Estas niñas de hoy en día son muy previsoras, está bien que sepan cómo son las cosas a tan tierna edad, pues realmente esa es la misma queja que tenemos casi todas las mayorcitas. Ellas al menos, cuando tengan nuestras edades, no tendrán la excusa de "Es que mí nadie me avisó cuando era más jovencita de que la cosa iba a ser tan chunga..." Por cierto, envidio a tus alumnos, con una profe tan enrollada...
 
Muy curioso. Un amigo mío, que tb es profesor recibió a una alumna que decía excusarse de la clase porque temía estar embarazada...con 13 años...la regla todaía no le había bajado y estaba angustiada enmedio de un enorme corro de amigas que la consolaban en esa dura incertidumbre. No dudo ni por un momento que con 13 años no se puedan tener relaciones sexuales completas pero en ese caso me huele a que quiso tener sus cinco minutos de fama diarios.
 
Querida Dalia; efectivamente, nos encontramos en plena revolición hormonal, lo puedo confirmar porque yo estoy inmersan en plena batalla. Esto del "amor" te hace padecer una regresión incontrolable a la adolescencia, que no puedo evitar revivir una y otra vez cuando que me siento atraida por alguien. Ayer en plena hecatombe sentimental sumado a mi necesidad de comprar compulsivamente me decubrí pagando en la caja de Estradivarius unas botas con las que estoy segura que no podré dar más de tres pasos sin romperme la crisma, creo que la semana que viene las devolveré. También te puedo asegurar que llevo cuatro días alisándome el pelo, pintándoem el ojo, y cuidando hasta extremos insospechados el "tema" depilación. Realmente cuando las hormonas hacen de las suyas te ves envuelta en una vorágine dificilmente controlable, y llega un momento en el que te ves desde fuera y realmente te ves estpúdia, afortunadamente te deices a ti misma hasta aquí hemos llegado. Hoy será el último día que repita el ritual estético al que me llevo sometiendo toda la semana. Ya te contaré el martes si obtuve algún resultado después de tanto esfuerzo. Muchos besos Dalia.
 
Marujita:
Eso de profe tan enrollada es en realidad más "adaptarse o morir"
VCuando empecé en esto ví como mi jefa de departamento escuchaba cómo una alumna le decía que no había ido a clase porque tenía problemas con su novio y ella asentía ante mi sorpresa y le daba apoyo y consejos y consiguió que volviera a clase, así que me apliqué el cuento y como de todos modos soy para mis amigos un hombro homologado estupendo sobre el que llorar de toda la vida solo tuve que ampliar un poco el espectro.

Chica fina opina:
Te aseguro que he oído historias de alumnas mías que harían sonrojar al Marques de Sade ¿Cinco minutos de gloria? Mmmmm. Las mozas dadas a la imaginación desbordante pero hay de todo en la viña del Señor.

Elisa:
Conozco esas botas, tengo unas primas suyas en mi armario que solo lleve una vez y casi me tuve que cortar los pies para volver a casa pero son tan divinas...
Claro,que con lo alta que eres tú ya debe ser bien alto el maromo también para que lleves esas botas.
Eso sí, ya me puedes contar el martes con todo lujo de detalles a quien le has echado el ojo que me muero de curiosidad.
Besicos
 
En mi clase de 2º ESO una chica estaba superenfadada porque el chico a todas luces menos atractivo del grupo se había enamorado perdidamente de ella y la dibujaba en su cuaderno y escribía cien y mil veces su nombre. -Bueno no creo que pase nada por eso, le dije.
-Sí, pero es que me dibuja DESNUDA.

BRAVO DALIA
 
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