Thursday, October 04, 2007

 

Vuelta a empezar

La diosa Fortuna en colaboración con el departamento de educación y ciencia han tenido a bien enviarme a Teruel este curso para que lleve conmigo todos mis conocimientos y sabiduría y los comparta a tutiplén con mis alumnos. Otra cosa es que los alumnos se dejen enseñar pero eso ya es otro tema.

Teruel me gusta. El ritmo de vida es más pausado que es justo lo que me pide mi cuerpo serrano en este momento, eso no quita para que en ocasiones tenga la impresión de estar educando a una clase llena de gremlins.

Echo la vista atrás a mi última clase. Mientras el alumnado está presto a recibirme entre alaridos y persecuciones, el compañero que me precede ya me advierte que ese día están incluso más nerviositos de lo habitual y que deje las ventanas abiertas porque hay un alumno que no es muy conocedor del uso de la ducha.

La clase hiede. Lo cual no es algo que me sorprenda ya que uno de los críos tiene por costumbre pederse repetidamente a pesar de protestas de sus compañeros. No sé muy bien cómo enfrentarme al asunto ya que no estoy segura de si el estudiante en cuestión tiene algún problema de salud o simplemente es un maleducado impenitente. Le quito importancia. Lo prioritario es que se sienten y no se insulten, al menos durante cinco minutos.



-Profesora, Fulanito me está insultando en rumano-

-Profesora, él me había insultado en rumano antes-

-¿En rumano? ¿Alguno de vosotros es rumano?-

-No, los rumanos de nuestro pueblo nos han enseñado insultos en rumano-

-Entiendo. Dejad de insultaos-

-Profesoraaaaaaaaaaaa, Fulanito me ha vuelto a insultar en rumano-

-Si no parais de insultaros en cualquier idioma os voy a poner una amonestación en castellano a los dos y vais derechitos a jefatura-



Al mismo tiempo, otros tres alumnos se entretienen en tirar los efectos personales de sus amigos por la ventana. Por todas partes oigo que me llaman:

-Profesoraaaaaaaaaaaaa, que ya he acabado-

-Maestraaaaaaaaaaaaaa, que me no sé hacer esto-

-Oye, tú, quita de la pizarra que no veo-

-Profesora, profesora, profesoraaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, que me meo-

-Profeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, no tengo boli-



Incluso los alumnos más formales están sobreexcitados y se pasean por la clase buscando Australia en el mapa de Europa por razones desconocidas y los dos pesados del principio aprovechan que no puedo clonarme para controlar el escándalo y vuelven a provocarse dedicándose todo tipo de adjetivos calificativos de connotación negativa que conocen para pasar sin más dilación a mentarse las madres. Necesito una tila, o dos.

En la hora siguiente me espera una clase en la cual la mitad de los alumnos o bien ha repetido curso o pasa por imperativo legal y en la que algunos de ellos han decidido ser objetores de mi asignatura para lo cual vienen a clase sin material alguno salvo unas inagotables ganas de acabar con mi paciencia. Sin embargo, pese a sus arduos esfuerzos por sacarme de mis casillas aún no han salido de mi boca exabruptos o descalificación alguna, unicamente unas amonestaciones de nada. Los más osados se apostan a mi paso por el pasillo y hacen comentarios amedrantadores pero no han vuelto a clase. Supongo que como señal de protesta. Lástima que hice mía la frase: "A enemigo que huye puente de plata". Por mí, como si no vuelven. Ellos han renunciado a su derecho a la educación. Mi obligación es defender el derecho de los que sí han decidido ejercerlo.

Pese a mis comentarios, no había tenido un año escolar tan apacible en años. Además, me pienso poner morada de jamón serrano cuando llegue a casa para celebrarlo. Es una pena que no pueda compartirlo con todos vosotros para celebrar lo que probablemente será el breve lapso de paciencia que tengo asignado para este año escolar pero celebraré a vuestra salud. ¡Prometido!



Caricias de las que derriten corazones de piedra.

Comments:
Eh, Dalia, qué alegría que regresaras que ya me estaba empezando yo a preocupar por tu salud y bienestar. Y, como siempre, tus historias con tus alumnos (o tu manera de contarlas) divertidísimas ¿cómo qué insultos en Rumano? Están adquiriendo un nivel de sofisticación estos jovencitos, que será difícil seguirles el paso. Cuando quieras venir a México, en México, D.F., tienes casa, comida y sustento (como decía mi abuela). Un abrazo,

Rafa
 
Pero Dalia, qué paciencia envidiable tienes. Yo los tiraría por la ventana a todos.

Pero no, no, de pronto son muy lindos.

Me encanta tenerte de vuelta, o más bien, que tu blog te tenga de vuelta, o más bien, que tengas de vuelta a tu blog.

Besos
 
ayyyyyyyyyyyyyyyyy
por finnnnnnnnnnnn!!!!!
por fin escribes, como siempre con ese dominio y ese sentido del humor que te caracterizan.

Te echaba de menos, en pasado y en el blog.
En lo que no es el blog te echo, en presente, mucho mucho de menos. ¡¡Qué suerte los turolenses!! Además de jamón ahora te tienen a tí.
 
Dalia:
Me recordaste mis años en la doscencia. La verdad no deja de sorprenderme que exista todavía gente con la suficiente vocación para dedicarse a enseñar.

Me parece increíble lo del alumno que se tira los pedos en clase. A mí nunca me tocó una cosa así.

Uf
 
Dicen que las penas con pan son menos... Con pan y jamón serrano del de esa tierra las penas deben ser nada de nada.
¡Qué coraje el tuyo!
Besos.
 
¡Ay! ¡Mis chicos!Mi Rafa con sus fabulosas historias cotidianas y el mayor incitador a aumentar el turismo en su país con sus posts, Cuquita con sus posts a veces alegres, a veces mordaces, a veces tristones pero siempre interesantes, Mi Crissie tan encantadora en persona como embrujador es su blog ¡Cómo te extraño en los cafés!, Mi Yayo que con su blog ha conseguido montones de fieles lectores, o entre ellos pero que nunca se olvida de ninguno y Viviana a la que conozco menos pero que voy a añadir a mis links ya.
¡Qué alegría veros por aquí y ojear vuestros blogs que me dan tan buenos raticos!
(Y eso incluye algunos que no nombro pero que por amistad o por solidaridad bloggera estamos en contacto).
¡Qué alegría y que subidón saber que estais todavía aquí a pesar de que soy un desastre!

Un abrazo para todos que suba la temperatura un par de grados.
 
He venido a verte y me he encontrado este post que conecta con mi estado de ánimo en el que has comentado con tanto acierto y tanta cercanía que me ha emocionado. Lo bueno de ti es que eres capaz de añadirle al estrés una gotitas lenificantes de sentido del humor que bien se agradecen. Tu relato es divertidísimo como han señalado anteriores comentaristas. ¡Ah, si yo tuviera ese arte de convertir lo trágico en cómico! O en tragicómico como es la vida tal como enseñó Lope de Vega. Un fuerte abrazo y gracias por tus palabras llenas de afecto y compañía.
 
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