Sunday, December 09, 2007

 

Carta a mi embrión

Mi vida:

He pasado unos días de mucha pesadumbre tras nuestra separación. Es complicado asimilar que tanto tiempo de espera en la que he tomado tanto ácido fólico como para formar una piedra en el riñón (si eso es posible), he comprado tantas pruebas de embarazo que en la farmacia se planteaban hacerme un bono para que me saliera más económico y me he leído todos los artículos de maternidad que caían a mis manos se torne en algo doloroso como es un embarazo ectópico.

La gente que me quiere me ha aconsejado que hable con algún psicólogo (no me lo planteo porque estoy demasiado a la defensiva), que escriba un diario ( ya soy demasiado inconstante en el blog) , que visite foros de personas que han pasado por lo mismo (hay quien tiene hasta lápidas virtuales con los nombres y las fechas de nacimiento que calculaban para sus hijos no natos, no me siento identificada) ...
Lo que realmente necesito es una despedida en condiciones. He aquí la razón de esta misiva aún a riesgo de que resulte cursi sin paliativos a quien lea esta carta.

En fín, en el hospital tuvieron que arrancarte de mí para que no me llevaras contigo practicamente al mismo tiempo que me enteré de tu existencia. No te culpo, habías comenzado tu desarrollo bien, pero en lugar de ocupar tu sitio en el útero te asentaste en la trompa izquierda por torpeza, despiste o pereza; Sólo dos meses en mi interior y actuabas igual que yo, es sorprendente la de cosas que ya teníamos en común. Claro que, ¿quién dice que en realidad no lo hiciste sino por desobedecer a la naturaleza y llevar la contraria? Ya lo dicen todas las madres, que los hijos no dais más que disgustos.


No vale la pena seguir ahondando en esto. No quiero cerrar más los ojos y volver al hospital, ni más llantina inconsolable, ni preguntarme más qué ha pasado o qué se podría haber hecho. No quiero olvidarme de las bendiciones que he recibido en esta vida. No deseo olvidar a aquellos que cercanos a mi o distantes en el espacio pero no en el corazón han tenido menos fortuna que yo y sufren de dolencias o pesadumbres mucho peores. Es injusto y egoista por mi parte. No quiero eternizarme en la pena. No quiero estar como la zarzamora llora que llora por las esquinas. Esto es triste pero no el fín del mundo. Hay mucho por hacer y mis allegados ya se aburren de oir una y otra vez el mismo soniquete.

Voy a hacer algo por tí y por mí. No voy a desperdiciar todo este amor que te tenía reservado . Me gustaría decir que un nuevo embarazo hará uso de él pero tengo que ser realista. Los médicos no pintan las cosas muy claras y aunque no pierda la ilusión, no es conveniente agarrarme a ciegas a la esperanza. Tal vez el futuro no se pinte a mi gusto, en cualquier caso esto no es óbice para que distrubuya ese cariño entre mi preocupada pareja, hijos de mis amigos, futuros sobrinos, sufridos alumnos, amigos necesitados, familiares preocupados, colegas apesadumbrados y cualquiera al que le pueda hacer la vida más fácil en un momento dado y con suerte conseguiré de ellos alguna sonrisa y un afecto que para mí serán tuyos.

Un beso inmenso, lleno de sentimiento de tu madre que siempre te quiso (beso que hago extensible a todos vosotros).

La canción que acompaña es bonita. Es una versión de "Run" de Snow Patrol cantado por Leona Lewis. Aconsejo escucharla con los ojos cerrados.



Comments:
Nunca me ha pesado tanto que en la escritura no se vean las lágrimas de tu interlocutor como ahora. Siento la impotencia de no conseguir hacerte llegar mi solidaridad y mi capacidad de saber cómo te sientes.
Qué putadas trae a veces la vida.
Tengo una amiga cubana, más joven, pero más sabia que yo que me dice que siempre las cosas ocurren por algo y que sólo el tiempo nos abre los ojos al por qué de los hechos.
Confiemos en que así sea. Total, no podemos hacer otra cosa que consolarnos con eso.
Para animarte, te diré que mi amiga Gloria y su marido, Domingo estuvieron doce años intentando ser padres. Ella tenía que ir a Barcelona a una clínica de fertilidad cada poco tiempo, volvía con la esperanza de que su inseminación hubiese tenido éxito. Vivía entre la angustia y la esperanza. No sé cómo pudieron soportar ese estress como pareja. Pero su amor pudo con ello. Hubo muchas ocasiones en que quedó embarazada. Pero por lo que puiera que sea, los perdía.
En una de las últimas ocasiones que la vi antes de embarazarse, estaba muy desanimada, dijo que no tenía ganas de intentarlo más. Yo, le aconsejé que se diese un tiempo más, que no lo dejase, porque quizá de eso sí que se arrepentiría.
Para hacerte un resumen. En Diciembre de 2006 nació su niño Alejandro, un niño de anuncio, de verdad. Estoy segura de que cuando lo tiene en sus brazos no recuerda con dolor todo lo que tuvo que pasar para que este pequeño completara su vida.
Por cierto lo tuvo con 47 años ¿y qué?

Ojalá te sirva como mensaje de esperanza.

Muchos, muchos besos
 
He escuchado la canción con los ojos cerrados. Es hermosa. Antes he leído tu post. Hacía tiempo que no aparecías por aquí y me interrogaba que por qué. Me preguntaba cómo estarías tras tu experiencia hospitalaria. Hoy te he leído con enorme consternación. He sentido contigo esa pérdida y he leído tus palabras a tu hijo rebelde. Antes que yo, Mila, te ha dedicado sentidas y confortantes palabras. Todavía no está dicho todo. Hay muchas vías en este presente con tantas posibilidades médicas. Es cuestión de ponerse a hablar con los especialistas. Pienso yo. En todo caso, entiendo tu posición de decir que hay muchas personas que necesitan de tu presencia, de tu afecto, de tus sonrisas. Aquí, mañica y paisana, tienes a un amigo desde la distancia. Me encanta pasearme por tu blog esperando encontrar esos relatos agridulces escritos siempre con una sonrisa, con esa sabiduría tan tuya de hace amable todo lo que tocas. Un abrazo muy fuerte, amiga.
 
Dalia, yo no soy de la opinión de que las cosas pasan por algo. Como si uno se mereciera las desgracias que trae la vida. Para nada.

Es muy bueno que hayas podido escribir esta carta, no sólo ayuda a despedirse sino también a cerrar una puerta detrás de ti, un episodio doloroso, un duelo y, luego intentar pasar a otra cosa. ¿A pasar otra cosa?¿Acaso se podrá?¿Acaso no se llevan las pérdidas con uno a lo largo de la vida? Sí. Pero también la vida hay que seguir viviéndola.

Ni los hombres, ni los hijos, ni las profesiones nos hacen más mujeres, creo que eso hay que tenerlo muy claro, porque socialmente hay una idea de que la maternidad (entendida como embarazo y parto)es lo que nos convierte en mujeres, lo que nos da el título. El embarazo no es la única forma ni el único camino para ser mamá. Entiendo que jamás hay que perder las esperanzas Dalia, pero creo que también es posible y hermoso "crecer" a un hijo aunque no sea biológico. Hay miles de chiquitos esperando poder ser "hijos", poder tener padres y una vida "común". Sé que no es fácil, que quizá no es el momento para pensarlo, pero tu puerta hacia la maternidad no está cerrada. Hay caminos adelante.

Muchos besos
 
Hola Dalia,

Es siempre muy difícil encontrar las palabras que ayuden a los otros en sus momentos complicados (y esa es mi intención que hago explícita desde ahora para paliar la torpeza de lo que uno termina siempre diciendo).

A mí lo único que me hacía sentir mejor (o menos peor, diría un pesimista) cuando sufrí mi pérdida más dolorosa, fue sentir la compañía de los demás. No sus palabras, en realidad, su compañía y sus abrazos. Y aunque nunca dejó de quedarme claro que la vida seguía, el dolor era de un intenso que ocultaba esa convicción. Asimilar la pérdida (por llamarlo de alguna manera) ha sido un proceso, con sus respectivas etapas. No me queda sino hacer votos para que tu proceso evolucione al paso que te mereces, convencido de que así será.

Un abrazo,

Rafa
 
Dalia tienes una tremenda habilidad para hablar de las cosas ácidas de tu vida y transformarlas por medio de palabras en eventos agridulces, como dice joselu.

A mi me gusta mucho pasearme por tu blog aunque tu digas que eres inconstante con el. Sin embargo ahora que siento tu dolor que no comprendo me siento en deuda contigo por todo lo bonito que la paso cuando te visito.

Como rbd dice no podemos más que acompañarte aunque sea de polo a polo, aunque sea a través de este escaparate virtual, deseando que te lleguen estas palmaditas al alma, que te ayuden en tu duelo, que haces bien en depurar por medio de la escritura cosa que te sale tan bien.

Creo que yo no he experimentado una pérdida así de fuerte. Pero cuando me siento mal las sopas me hacen mucho bien. Me gustan mucho eso si... La sopa miso japonesa además de facil y practica es reconfortante para la panza preocupona... y se toma como té asi que parece tener como los tés la gracia de aliviar...

La sopa de lentejas con huevito echado para que se cueza en el calor de la sopa también es buena para la tristeza, además de ser nutritiva y si le echas verduras en si sola es un plato completo.

la infalible es la de fideos, como la hacía mi mamá. esa a veces en aras de alivianarme mi nostalgia me hace llorar, la sufro como las clases de yoga, pero igual que el yoga al terminarla me siento mejor.

A mi me gustan las sopas, por eso quiza las asocio con la busqueda del bienestar, tu tendrás tu propia sopa, la actividad que te ayude en tu proceso, quiza es escribir... o a lo mejor si es la sopa, no dejes de buscar en alguna cosa que te agrade ese calorcito reconfortante que te de oportunidad de crecer y seguir el camino.

saludos cariñosos desde méxico
atte.

ismene
 
Dalia:

He llorado al leer esta carta a tu bebé. Me ha conmovido muchísimo. Me conecto a ella de una manera profundamente personal porque plasma lo que yo misma sentí en julio de 1997 cuando tuve una experiencia similar.

Cuando algo así sucede las preguntas te sobrepasan, te enferman, te enojan.

Viví enojada mucho tiempo. Me desconecté de mi cuerpo y me volví una ermitaña. Ver a madres con sus hijos me producía un dolor casi físico. Como si ese amor del que hablas, al parecer inagotable, se transformara de repente en algo horrible y sórdido. En aquél momento, pensé que no iba a sonreir jamás. Que no iba a volver a sentir placer por nada.

La terapia ayudó, desde luego. Pero una vocecita adentro de mí decía que ese ser tan enojado y hostil, incapaz de conectarse con nada más allá de la bolsa de papas fritas y los litros de helado que guardaba en refrigerador, no era la persona que me hubiera gustado que mi hijo conociera.

Encontré consuelo en el hecho de poder crear la vida, aunque fuera de una manera tan breve y efímera.

Unos meses después recibí la noticia de que estaba embarazada nuevamente. Aunque complicada, esa historia tuvo un final feliz que escribo ahora día a día.

Coincido con Cuquita. La maternidad puede pasar por muchos lados. Pasa, desde luego, por este gran amor que sientes por tu chiquito y tu deseo de conocerlo. Estoy segura que lo conocerás, quizá no de la manera que quisieras. Lo volverás a ver en la sonrisa de la gente que amas y que se preocupa por tí.

He aprendido que la maternidad es una búsqueda constante, permanente. Lo es desde que tenemos en la mente la idea de un hijo. La búsqueda nos lleva a todas por diferentes caminos. Ojalá tú encuentres el tuyo pronto.

Deja que tu cuerpo se recupere. Es el primer paso para sanar. La mente y los afectos tardan un poco más, pero lo hacen también. Sobre todo cuando se ve que hay muchas opciones para seguir viviendo.

Te mando un gran abrazo. Búscate tu sopa como dice Ismene. Todos debemos buscarnos la sopa que nos reconforta.

Un beso solidario a larga distancia. Espero que todo vaya mejor.
 
Qué te voy a decir... Que me siento fatal por no haber estado más atenta y haber visto que lo estabas pasando mal; que me da pena que no me hayas llamado para echarte una mano o un oído; pero sobre todo, que aunque parezca increíble, todo en esta vida pasa por algún motivo, aunque sólo sea para enseñarnos algo; y que los amigos estamos SIEMPRE y PARA TODO. Ya sabes que te quiero muchísimo.
 
Siento lo que te ha pasado pero eres tremendamente cursi, y en el mundo pasan desgracias mucho mayores para que no dejes de mirate tu ombligo.
 
querida dalia:

te conozco de hace años, y seguir tus peripecias vitales a través de tu blog (lo poco que puedo) ha sido siempre bonito.

todos lo somos algo, pero tú eres una persona especial de verdad, siempre de buen humor, siempre cercana, siempre ocurrente, siempre dalia…

ahora que tenía pendiente contestar a un correo tuyo preguntándome qué es de mi vida, leo por casualidad que tú estás pasando momentos difíciles.

yo estoy bien, sigo en barcelona, pero no dejo de pensar en volver a nuestra mañoland; otro día te cuento más cosas.

de momento te mando un beso con abrazo, con abrazo de esos que parece que estás traspasando algún tipo de energía (hazlo extensible a tu marido) ; y te pido que, como dices, no pierdas la ilusión, te mereces que se cumpla.

ich drücke euch kräftig die daumen :)
 
Queridos Mila, Joselu, Cuquita, Rafa, Ismene, Viviana y Rut : Muchas gracias por vuestros cariñosos comentarios. Sois muy amables.
He pasado unos días un poco desmoralizada pero volver al trabajo me ha hecho mucho bien aunque no menos que saber de vuestro apoyo. Ha sido muy positivo leeros´.
Personalmente no sé hasta que punto estas cosas ocurren porque tienen que pasar. No sé que gano yo de esta experiencia o que castigo he merecido para ello. Más bien creo que estas cosas pasan porque les tiene que pasar a alguien y esta vez esto me ha tocado a mi como a otras personas le pasan otras mejores o peores. Se pasa una temporada regular con el disgusto y luego, una vez asumido, a seguir adelante a ver que deparan los acontecimientos con suerte se irá a mejor, y otras a peor.
Espero poder daros el mismo alient cuando lo necesiteis

Muchos besos a todos.
 
Querida Rosana:
Muchas gracias, es verdad que aunque no estemos mucho en contacto yo me acuerdo mucho de ti y me pregunto que harás. A ver si quedamos a un cafetín algún día que andes por Zaragoza.
Un besazo.

Anonimo: Yo no estoy comparando, ni lo pretendo mi pena ni con el hambre en el mundo, ni con una guerra, ni con enfermedades degenerativas, ni mortales, ni con muchas otras desgracias que no me cabe duda que son mucho más trágicas y muy desagradables para quienes las sufren. Esto es un blog personal y hablo de lo que me ocurre a mí. Si quieres temas más globales para eso tienes el periódico u otros blogs. Tampoco te obliga nadie a sufrir mi cursileria, así que si has decidido hacerlo es cosa tuya, sino te gusta no lo leas. Siempre puedes compartir tu "empatía" con tus amigos que estén pasando un momento bajo que estarán gustosos de tus comentarios respetuosos.
 
Sencillas, hermosas y emotivas palabras, Dalia. Me gustaría poder pensar que el destinatario las ha recibido una por una y sonríe, algo mustio, por haberse tenido que perder tener una madre como tú.
Como bien sabes, por mi edad tengo más seres queridos "del otro lado" que de éste. Hay huecos que no tapa ninguna terapia externa. Te diría más: no quiero que nada los rellene ni disimule porque, superada la parte dolorosa del trance, siguen habitando y acompañándome desde su hueco, desde su ausencia.
Te mando muchos besos con sabor a esperanza.
 
Querida Dalia:
Sólo quería decirte que he leido la carta que has escrito, y que confío en que, hacerlo, te haya ayudado. Me ha parecido muy hermosa y muy conmovedora. Espero que pases una feliz navidad y que el 2008 os traigan a ti y a tu familia toda la paz y la felicidad que te mereces por hacernos la vida más divertida (entre otras cosas).
Un besazo muy gordo desde Viena. Frohes fest! :-)
 
Hacía tiempo que no te leía y hoy me encuentro con que no estás pasando buenos momentos.
Ojalá el tiempo te cure y alguien un día le regale a tus oidos la palabra mamá. Mientras, déjate arropar por los que tienes cerca.
Un beso de esta que sólo te conoce por tus letras.
 
Querido Yayo: gracias, eres muy amable, se que tus palabras vienen del corazón precisamente por que tus perdidas son mayores.

Querido Paco: Saluditos a tu preciosas Viena que tan bien sabes retratar. Me encantan las cartas a tu sobrina y tus posts.
Sí, me fue un alivio escribir este post, me quité un peso de encima y ahora sigo adelante con la cabeza más despejada y los pies más firmes.

Hola Odile: Pues bienvenida de nuevo. Siempre un placer. Una pena que te hayas encontrado con esta pesadumbre pero pronto volveré a las andadas con mis tonterias.

Un abrazo de nuevo a todos y felices fiestas.
 
Algo me trajo por aquí. Qué bueno que pasé.

No sé si pasaré otras veces, pero ¿qué más da? A veces nuestro paso por la gente es fugaz, no siempre sostenemos las relaciones durante mucho tiempo.
Pero... lo bueno es que te puedo dejar un gran beso y un abrazo, como regalo de Navidad. No como consuelo, sino como un regalo de los muchos regalotes, regalitos y regalazos que te da y te seguirá dando la vida.

Es mi deseo que tengas muchos y valiosos regalos esperados e inesperados.

Mari
 
Gracias Mari:
Te agradezco mucho tu mensaje tanto si vuelves a pasarte por aquí (donde eres bienvenida si lo haces) o no. Eres muy agradable. Te envio otro beso y un abrazo y la misma buena voluntad.
 
Hola Dalia,

he visto tu comentario en el blog de Joselu y me he acordado de ti, que estabas de hospital. ahora acabo de leer tu hermosa carta.

por mi parte, sólo felicitarte por tu brindis a la vida y al amor.

un saludo.
 
Zinquirilla: Vale, brindemos pues.
Un abrazo
 
Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?