Tuesday, May 06, 2008

 

Educación vial: Lo que nos espera

Cruzo la calle con prudencia, a mitad de trayecto tengo que echarme para atrás porque se avalanza una moto en la que van subidos tres chavales (dos sin casco y el conductor con el suyo sujeto por su brazo para proteger su codo en caso de colisión que es algo muy práctico cuando tienes la cabeza abierta como una sandia) para disimular, los dos paquetes se tapan la cabeza con una chaqueta como si fuera una capa de invisibilidad y quiera Dios que no la echen por encima del rostro del conductor y acaben los tres empotrados en una pared o en aquel camión que viene de frente.


Debo reconocer que la mayor parte de mis alumnos con carnet de conducir tanto coches como motos suelen ser responsables pero no siempre es así.
No hace ni una hora que mis alumnos de 14 años trataban entre ellos de las motos que iban a recibir como regalo este verano (y no precisamente por sus éxitos académicos) y porque calles era más conveniente conducir porque no suele hallarse allí policía municipal por lo que pueden circular sin casco. También uno de ellos no cesa de pregonar sus proezas en las que destaca su fijación por adelantar indebidamente, dejando muy poco espacio de distancia entre su moto y el vehiculo que acaba de adelantar porque, como él dice: "ya se apañará el de atrás y si me pega será culpa suya".
Hasta el momento actual ha conseguido que un ciclomotor al que adelantó de ese modo cayera al suelo para evitar una colisión y no contento con eso presume de que si el conductor fuera a pedirle cuentas o a ponerle una denuncia, su hermano ha dicho que irá a darle "dos hostias". Hace dos días se metió entre dos coches que circulaban debidamente cada uno en su carril "porque no tenía ganas de frenar y ya se buscarían ellos la vida".

Yo no le rio la gracia. Como de costumbre, adopto mi papel de Casandra sin eco advirtiendo la peligrosidad de sus actos. El, con esa seguridad inconsciente de los que creen que son inmunes a las desgracias, se rie y se limita a responder:
-Profesora, tú lo que quieres es que me mate ¿verdad?-
-Yo lo que quiero es que nadie muera por tu culpa-

Esto viene a cuento tras ver por televisión la noticia de que se había detenido a un joven ebrio que conducía una moto sin carnet al pasarse un semáforo en rojo y al mirar sus datos se observó que era el mismo individuo que hace un tiempo acabó con la vida de un matrimonio que volvía de una cena familiar mientras este elemento realizaba una carrera ilegal por mitad de la ciudad por una chica. Este hecho de por si deplorable resultó ser mucho más dramático cuando una reportera preguntó a sus "amigastros" que defendían lo indefendible con comentarios como: "si es un tio muy majo, muy buen chaval lo que pasa es que bebe y no hay quien lo pare", "Es que la policia va a por los jovenes. Yo no veo bien que detengan a chavales por conducir bebidos si todo el mundo lo hace, total, no vas a dejar de conducir solo por ir un poco borracho"," hay que entendelo, todos cometemos errores", " sí, mató a un matrimonio pero no lo hizo a propósito ¿no? hay que perdonarle. Él, en su día, se arrepintió mucho"
Aparentemente ya se le ha pasado el disgusto al chico y se permite el lujo de volver a conducir de modo temerario mientras que los amigos y familiares que lloran a ese matrimonio deben estar llenos de rábia y de perplejidad viendo que su "homicidio involuntario" fue inutil.
Me gustaría saber si esos mismos que defienden la inocencia "de espíritu" que no de actos de este elemento tendrían la misma opinión si alguna de las personas atropelladas fuera un ser querido suyo.
...Y lo malo es que son las personas inocentes que respetan las normas de circulación los que suelen pagan el pato de estos actos delictivos de criminales jovenes y no tan jovenes que se creen con todo tipo de derechos y carentes de obligación o responsabilidad sobre sus actos y para quienes la vida o los bienes ajenos no poseen ningún valor. ¡Qué verguenza!


Abrazos y cariñitos.

Comments:
Aish... una de las cosas que más me alucinan en mis colegas es precisamente esa arrogancia con la que están seguros de que a ellos no les puede pasar nada. Y no son precisamente jóvenes. No puedo entender que padres de familia conduzcan bebidos y lo único que les preocupe es que la policía no los pille. Que pena.
Besitos a tí también.
 
Bueno, lo "primer", lo "primer" es que ¡¡¡por fin escribes!!! Ya tenía yo ganas de leerte un post. Gracias.
Y lo "segun" es que tienes toda la razón. Y que lo peor es que eso pasa entre muchos jóvenes descerebrados pero también como dicen en el comentario anterior, entre gente adulta. La diferencia es que éstos llevan un cochazo de 40.000 eurazos y los otros una moto de mala muerte. La semejanza es que tanto los unos como los otros acaban matando a alguién.
Es una pena.
Y es más penoso todavía que no caiga sobre ellos, como dicen en las películas, "todo el peso de la ley".

Besos, guapa.
 
Decía Wolfe hace poco en una entrevista que hay una tendencia natural del ser humano, sobre todo el urbanita, a volverse pandillero en el sentido más reprobable del término. Quizás tenga razón.
Besitos.
 
Hola Marona: Tienes razón, la inconsciencia no tiene edad y es una auténtica pena que lo único que les frene es el hecho de que una patrulla cercana les pueda poner una multa si les pilla.

Hola Cristinica: Pues sí, nunca encuentro el momento de entrar en la red de redes y leeros a todos y escribir, No tengo perdón y no será porque mis monstruos en el insti no me den temas pero...
También es cierto que no hay mucha diferencia a veces entre un cochazo o una motocicleta si el que los conduce lo lleva como si le hubieran otorgado el carnet de conducir en una caja de galletas.

Hola Yayo: Pues parte de verdad hay en las palabras de Wolfe aunque me temo que en este y otros muchos temas desagradables la estulticia se reparte tanto a grupos como a individuales eso explica esos tipos que antes matan a todos por adelantar a varios vehiculos en linea continua o hasta algún memo que decide suicidarse yendo en dirección contraria por la carretera hasta que se lleva a otro pobre desgraciado en su descenso a los infiernos.

Besicos a todos
 
Desde luego que sí, es una vergüenza. Pero ya no sólo por los jóvenes, sino por la educación vial en general. Adultos, jóvenes, señores y señoras, nóveles y supuestos expertos... Todos.

Nuestra penosa mentalidad es la de tenerle más miedo a una sanción económica o a la posibilidad de que nos reduzcan un par de puntos del carnet que a la de perder la propia vida o hacerle daño a los demás.

Y así nos va...

Me gusta mucho tu Blog. ¿Recuerdas aquel concurso que organizó 20 Minutos hace un par de años? Allí lo encontré esta noche, mientras curioseaba un ratillo.

Espero que no te importe que pase de vez en cuando a dar un poquillo la tabarra :)

Saludos.
 
Bienvenida Perséfone.
Es verdad, que duela más el dinero que la seguridad propia y ajena clama al cielo.
Encantada de que entres siempre que quieras a hacer una visitilla, de paso aprovecho y te visito a tí.
Un saludo
 
Es realmente espeluznante..que poco valor se le da a la vida..
 
Siendo conductor de coche habitual, observo la temeridad con que se comportan algunos motoristas sobre todo en adelantamientos arriesgados saltándose todas las normas legales y de prudencia. Son osados y audaces; piensan que las leyes son para los otros. Coincido con tus apreciaciones.
 
Cierto, Dalia, qué monada tenerte de regreso escribiendo en el blog. Este asunto del no respeto de las normas y del desinterés casi absoluto por el próximo nos acerca deplorablemente a la barbarie y no precisamente a la del "buen salvaje", sino a la del "mal civilizado". Un abrazo fuerte,

Rafael Barceló Durazo
 
Hola Maria José: Una alegría verte, tu hijo cada vez está más guapo y mira que es difícil porque es un bellezón desde que nació. Espero que estés bien.

Hola Joselu: Hay motoristas osados, sí, que son creyentes de poseer la inmortalidad pero hay conductores de coche de estos de "la calle es mía" que si te los cruzas estás en un instante al borde del infarto de miocardio y no he hablado de ellos pero merecería un capítulo especial los peatones que saltan a la calzada como los conejos caundo menos te los esperas.

Hola Rafa: ¡pero si tienes hasta foto y todo!¡Qué sofisticado! La de tiempo que hacía que no entraba en mi blog y en los vuestros.
Buena reflexión la tuya: cuanto más civilizados más bestias

Un abrazo a todos
 
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